En masivo acto en La Moneda, la mandataria invitó a los dirigentes sociales “a construir, desde la base, una patria justa, generosa e inclusiva, que nos asegure la dignidad que todas y todos queremos”.

Cerca de 300 dirigentes sociales y comunitarios de diferentes comunas del país, se dieron cita esta mañana en el Palacio de La Moneda, con motivo de la celebración del Día del Dirigente Social y Comunitario 2015, actividad organizada por la División de Organizaciones Sociales.

Ni el frío ni la lluvia de esta mañana fueron un impedimento para los dirigentes sociales que, desde temprano, comenzaron a llegar al Palacio de La Moneda, para participar de la jornada con la que el Gobierno relevó la importante función que a diario realizan en sus respectivas organizaciones, en pro del desarrollo de sus barrios y comunidades, actividad que contó con la presencia de la Presidenta de la República Michelle Bachelet.

Una jornada que fue amenizada por el conjunto “Los Nogalinos” –oriundo de Estación Central-,  que con sendos pies de cueca urbana contribuyó a temperar lo que sería una actividad que congregó a directivas completas de juntas de vecinos y otras organizaciones comunitarias, y a un importante número de autoridades, entre los que se encontraban ministros, subsecretarios, los directivos de la DOS y el Intendente de la Región Metropolitana, además de parlamentarios, alcaldes y concejales.

“El 7 de Agosto, día en que hace 18 años se instauró como el Día del Dirigente Social, constituye una jornada especial para miles de hombres y mujeres que dedican parte importante de sus días, y por qué no decirlo, de sus vidas,  a trabajar por el bienestar de su comunidad”, señaló el vocero de Gobierno, Marcelo Díaz, en la apertura del acto, quien expresó que la celebración constituye “una manera de agradecer el esfuerzo, el sacrificio y la convicción que ponen a diario por sus vecinos y comunidades”.

El Secretario de Estado precisó que “no sólo lo hacemos porque valoramos de manera significativa el aporte y la contribución que realizan diariamente a mejorar la vida de sus vecinos; sino también porque estamos conscientes del cambio que el país ha estado experimentando en los últimos años, y que se traduce en una ciudadanía más informada, con más conciencia sobre sus derechos, sus capacidades y sus potencialidades, para la concreción de acciones que contribuyan al desarrollo del país. En síntesis: una ciudadanía más empoderada, que demanda por mayores espacios de participación e incidencia en los asuntos públicos”.

“Por eso –agregó el Ministro Díaz- resulta imprescindible que en el esfuerzo por incorporar a la ciudadanía en la gestión de los asuntos públicos, seamos capaces de desarrollar estrategias, planes e instrumentos que permitan vincular efectivamente el quehacer del Estado, con sus políticas y programas, con las actividades de los ciudadanos”.  Por ello, “en estos 18 meses de gestión de Gobierno, hemos impulsado un conjunto de iniciativas que contribuyen decididamente a ese esfuerzo: a dotar de mayores y mejores espacios para el ejercicio de la participación ciudadana, así como de nuevas estrategias para fortalecer el trabajo de la sociedad civil”, concluyó.

Presidenta Bachelet: “Ustedes son la expresión cotidiana de nuestra ciudadanía

En la intervención central de la jornada,  la Presidenta de la República destacó “el cariño, el empeño y la dedicación que cada uno de ustedes pone en el cumplimiento de sus tareas, a veces restándole tiempo a sus familias”. Por ello, “este año quisimos recibirlos aquí, en la casa de los y las Presidentas de Chile, cuyos muros son un símbolo de nuestra democracia, para dar un peso simbólico a la labor que ustedes realizan como dirigentes, muchas veces sin alboroto, calladamente, todos los días. Y así como están siempre junto a su gente cuando hay problemas, ustedes también son quienes canalizan las demandas de la sociedad organizada, los que movilizan las preocupaciones, los intereses, los conflictos cotidianos de las chilenas y chilenos hacia los municipios, ministerios o el gobierno central”.

En este sentido, la mandataria agregó que “ustedes son la expresión cotidiana de nuestra ciudadanía, que está cada vez más activa y más demandante, que se mueve con energía frente a los conflictos ambientales, frente a la necesidad de más y mejor equipamiento urbano,  frente a la necesidad de espacios públicos de calidad o de más deporte y más cultura al acceso de todos”.

Explicó que “como Gobierno estamos trabajando para que las instituciones públicas avancen al ritmo que requieren los cambios que atraviesan en lo más profundo a nuestro país. Porque sabemos que la sociedad civil suele ir un pasito más adelante, y es bueno que así sea. Vamos a iniciar, durante el primer semestre del próximo año, la evaluación de la Ley de Juntas de Vecinos, que sé es una demanda muy sentida de muchos dirigentes vecinales”.

Asimismo, afirmó que “vamos a establecer, a partir del próximo 2016, un Premio al Dirigente Social, que se va a entregar en cada región como una manera de relevar y agradecer el papel que ustedes cumplen en sus organizaciones y en la comunidad”.

Al finalizar su discurso, manifestó a los presentes: “Son ustedes los llamados, antes que nadie, a involucrarse en estos y en muchos otros procesos. A hacerse parte, a hacer patria –como lo hacen permanentemente- construyendo desde la base, poniendo el hombro con la gente como lo hacen todos los días, en los territorios, en las comunas, para que así podamos construir lo que yo estoy segura aquí todos coincidimos: en que queremos una patria que sea más justa, más generosa, más inclusiva, que nos asegure la dignidad que todos nos merecemos”.

Historia de un reconocimiento

El día 7 de agosto constituye una jornada especial para miles de hombres y mujeres a lo largo y ancho del país, que comparten el orgullo y la vocación de ser servidores públicos anónimos, en su condición de dirigentes sociales comprometidos con el desarrollo y el progreso de sus entornos y comunidades.

Instaurado en 1998 por el ex Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle como Día Nacional del Dirigente Social y Comunitario, la fecha escogida no podía ser más propicia, ya que un día 7 de agosto, pero de 1968 –durante el mandato presidencial de Eduardo Frei Montalva y en el marco de su política de Promoción Popular- se publicó la Ley N°16.880 sobre Juntas de Vecinos y demás organizaciones comunitarias, que supuso un notable estímulo al desarrollo del tejido asociativo en el mundo popular, siendo la primera de su tipo incluso a nivel latinoamericano.

La referida ley buscó canalizar la participación de sectores sociales emergentes que –producto sobre todo de la emigración campo/ciudad de esa década) permanecían hacinados en asentamientos precarios, constituyendo nichos de pobreza y marginalidad. En ese contexto, surgieron organizaciones embrionarias de pobladores que pujaban, sobre todo, por la demanda del acceso a una vivienda digna. Estas se configuraron como juntas de vecinos, entidades que hasta la promulgación de la ley, permanecían en condición de organizaciones de hecho.

La ley vino a otorgarles la condición de entidades de derecho, con personería jurídica, y hacerlas co- participes de soluciones a sus problemas, que además de vivienda, también tenían que ver con otros temas “comunitarios” (ámbitos el deporte, la recreación, la cultura, la salud, etc.), que la ley previó a través de la noción de “demás organizaciones comunitarias”.

Tras esa formalización, los dirigentes sociales y comunitarios pasaron a cumplir un rol como “mediadores” entre el ámbito local y el Estado, y en razón de ese cada vez más importante rol,  se estimó pertinente hacer coincidir la idea de un  reconocimiento a la dirigencia social con la ley de 1968, un reconocimiento que el Gobierno hace suyo y que se traduce en la realización de actos en todas las regiones del país.

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